La Comisión de Gobiernos Autónomos Desentralizados aprobó el informe para el primer debate de la nueva Ley Orgánica de Telecomunicaciones, por 10 votos a favor y dos en contra. El texto incorpora así novedades en dos temas importantes: las regalías que pagarían las telefónicas y la conformación de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones.

En cuanto las regalías, mantiene la tabla que intenta recaudar entre el 1% y el 9% de los ingresos de los operadores con una participación de mercado mayor al 35%. En cuanto al organismo regulatorio, propone a la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones en reemplazo de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel), con lo que desaparecería el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y la Secretaría Nacional de Telecomunicaciones (Senatel).

Uno de los votos en contra fue en oposición a las regalías: se consideró inconstitucional y sin sustento técnico la definición de los porcentajes de mercado. Frente a las críticas que recibió esta propuesta -ya que sólo afectaría a Claro-, el presidente de la comisión, Richard Calderón, explicó que la aspiración de la nueva ley es el equilibrio, y que las tres empresas existentes en el mercado móvil deberían tener porcentajes iguales en el mercado.

Sobre el nuevo organismo regulatorio, el voto en contra fue explicado por el asambleísta René Yandún (Movimiento Integración Democrática): manifestó que el ente estaría a cargo del Gobierno, que también cuenta con la Corporación Nacional de Telecomunicaciones, y se convertiría así en juez y parte el ministro del sector, quien debería autorizar y dar concesiones, fijar tarifas, cuando a la vez tiene una empresa en competencia.