La presentación de los nuevos modelos de Samsung –el Galaxy S8 y el S8+, atrajo la atención mundial por las promesas esperadas en cuanto a la seguridad de los equipos, tras las fallas del Note 7. DJ Koh, presidente de la unidad de Comunicaciones Móviles de Samsung Electronics, dijo que los nuevos dispositivos “son nuestro testimonio para recuperar la confianza, al redefinir lo que es posible en seguridad, y marca un nuevo hito en el legado de smartphones de Samsung”.
Para salir al mercado, los Galaxy S8 y S8+ atravesaron ocho instancias de verificación de baterías. En cuanto a seguridad de los datos del usuario, cuentan con Samsung Knox y tecnologías biométricas como scanner de huella digital, y reconocimiento de iris y facial.
La expectativa también estaba puesta en el asistente de inteligencia artificial de los equipos, Bixby, que inicialmente estará disponible desde un botón especial al costado del teléfono, en idiomas coreano e inglés (de Estados Unidos). En la presentación de ayer del S8 se puso más énfasis en las cualidades visuales de Bixby –por ejemplo, la posibilidad de reconocer cierto edificio en el entorno del usuario-, por sobre la asistencia por voz.