El proceso de 52 días fue calificado por Hannes Ametsreiter, director de Vodafone Alemania, como un desastre para el país. Uno de los miembros del directorio de Deutsche Telekom, Dirk Wossner, dijo que la subasta dejó un “sabor amargo”, con un costo mucho mayor al esperado para los operadores: “Ahora no tienen dinero para expandir sus redes”, advirtió.
La subasta culminó la semana pasada luego de 497 rondas y 41 bloques de frecuencias en juego: Deutsche Telekom gastó € 2.200 millones, Vodafone € 1.900 millones; Telefónica € 1.400 millones, y Drillisch (entrante), € 1.100 millones. El total recaudado superó ampliamente la expectativa inicial, que rondaba entre € 2.000 millones y € 5.000 millones.