El mercado de telecomunicaciones brasileño comenzará el 2020 con varios temas que esperan una decisión definitiva y, entre ellos, se destacan nítidamente la licitación de espectro para la tecnología 5G, y la modificación de la Ley del Servicio de Acceso Condicionado (SeAC) que regula a la TV paga.
En el primer caso, desde hace varios meses existen en el Consejo Director de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) dos posiciones que, si bien en un principio eran totalmente antagónicas, en los últimos tiempos tuvieron acercamientos: por un lado, la de Emmanoel Campelo, y por otra, la del relator del tema, Vicente Aquino. El proceso se concentra en las bandas de 700 MHz, 2,3 GHz, 3,5 GHz y 26 GHz.
Días pasados, en ocasión de la última reunión del Consejo Director en 2019, Campelo dio a conocer su nueva propuesta modificada, que a grandes rasgos contempla la ampliación de las frecuencias disponibles para los lotes regionales (pasan de 50 MHz a 60 MHz) y simultáneamente bajó de 14 a 7 las áreas a licitarse. Además la propuesta contempla la realización de la licitación en dos etapas: en la primera se venderán tres lotes nacionales de 80 MHz y los 60 MHz regionalizados, mientras que en la segunda etapa los participantes podrán comprar las sobras de los 60 MHz. El spectrum cap será de 100 MHz por operador y la validez de las licencias se elevará a 20 años (actualmente de 15).
En octubre pasado, Aquino dio a conocer su propuesta, que dividía la licitación en 14 regiones, con una reserva de 50 MHz para los pequeños operadores regionales y nuevos entrantes. Una vez finalizado el concurso de esos 50 MHz, los grandes operadores nacionales podrán competir por los sobrantes, además de un total de 250 MHz con ofertas por bloques de 10 MHz, con un mínimo de 5 bloques y un máximo de 12 bloques, en varias vueltas y precios ascendentes
Hasta el momento la propuesta de Campelo tiene el apoyo de dos votos (el suyo y el del presidente de la Anatel, Leonardo Euler de Morais), al igual que Aquino (cuenta con su voto y el del consejero saliente Anibal Diniz). De esta forma, el quinto consejero, Moisés Moreira, es el que tiene el voto definidor y las expectativas han provocado que en la última reunión pidiera más tiempo para analizar ambas propuestas, sobre todo la nueva de Campelo, que fue presentada pocos días antes.
La próxima reunión del Consejo Director está prevista para mediados de enero próximo y, si se tiene en cuenta que el modelo aprobado deberá ser sometido a consulta pública y luego se deberá elaborar la propuesta definitiva y luego contar con la aprobación por parte del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), algunos analistas entienden que el concurso recién podría realizarse a principios de 2021.
Pantano legal con la normativa del SeAC
Cuando la semana pasada la Justicia volvió a permitir la comercialización de los canales lineales de Fox Plus, luego de una serie de idas y vueltas respecto de la prohibición cautelar impuesta por la Anatel, fue claro para el mercado que el tema entró en un “pantano” legal. Si a eso se le suma que el diputado Celso Russomano propuso la creación de una comisión especial para discutir los cuatro proyectos que sobre el tema se encuentran en la Cámara de Diputados, las dudas aumentaron y hasta algunos ya consideran que su solución podría pasar a 2021.
El conflicto surgió a fines de 2018 cuando Claro cuestionó la venta de contenidos lineales de Internet directamente al consumidor, por parte de Fox Plus, ya que ello estaría encuadrado como Servicio de Acceso Condicionado y, por lo tanto, comprendido en las reglas fijadas por la Ley de SeAC. Esto produjo una prohibición cautelar de la Anatel, que finalmente fue llevada a la Justicia por Fox.
La propia Anatel pidió tiempo para su análisis ya que considera que hay aspectos de competencia, tecnológicos, jurídicos, legales y políticos, que hacen necesario un debate calificado con todo el mercado. En 2020 el mercado espera una respuesta satisfactoria sobre este tema, pero no hay seguridades al respecto.
Está claro que los avances tecnológicos entran en conflicto cada vez más con las regulaciones vigentes que, como en este caso, datan de 2011. En realidad, en el propio regulador ya están tomando conciencia que cuando se produzca la irrupción de la tecnología 5G, seguramente se producirá un vendaval que arrasará con la mayoría de las normas vigentes hasta ahora.