El Proyecto FON, en referencia a la sigla “Fibra Óptica Nacional”, es uno de los puntales de la Matriz Digital definida por el gobierno de Sebastián Piñera y “el subsidio más grande en la historia de las telecomunicaciones de Chile (US$ 109 millones)”, como destaca la líder de la Subtel, Pamela Gidi. WOM invertirá US$ 82 millones para desplegar un tendido de 7.000 km en cinco de las 6 macrozonas definidas en la licitación, en tanto que una sexta macrozona declarada desierta en primera instancia volverá a ofrecerse en septiembre.
En marzo de 2021, una vez que WOM obtenga autorización en detalle para los despliegues, comenzarán las obras: se tenderán 729 km en Arica y Parinacota; 2.082 km en Antofagasta; 2.021 km en Santiago; 1.435 km en Rancagua; y 1.467 km en Concepción. Como precisó Miguel Mansilla, CTO del operador, durante un evento virtual organizado la semana pasada por la Cámara Chilena de la Construcción, se construirán 195 puntos de conexión de fibra para llegar a las cabeceras de 143 comunas.
Más allá de convertirse a partir de ahora en proveedor de capacidad mayorista para ISPs locales, el Proyecto FON significa para WOM una base envidiable de fibra en casi todo el país para su futuro en 5G. Según manifestó Mansilla, “el proyecto de fibra sólo representa un 50% de la ecuación necesaria para la reducción de brecha. El otro 50% está en la licitación de 5G”.
Un ecosistema pensado en pequeños ISPs. Pamela Gidi resaltó el valor del Proyecto FON frente al diagnóstico de acceso a Internet en Chile: sobre un total de 364 comunas, en 200, 80 de cada 100 hogares carece de este servicio, e incluso, en 110 comunas, esto se da en 95 de cada 100 hogares. “No tienen internet fija porque primordialmente porque no hay fibra troncal. Ningún operador llega porque no es rentable, porque es lejos, o por el robo de cables. Se requiere intervención del Estado para complementar la inversión privada. Con este proyecto se tocan 186 comunas donde no existía fibra óptica troncal, o donde solo existe un operador, entonces aquel que llega, lo hace donde quiere, al precio que quiere. En cambio, una fibra óptica troncal abierta genera un ecosistema donde pequeños ISPs se van sumando con cifras razonables”, expresó.
La iniciativa dividió el país en seis macrozonas, para que se construyeran en paralelo y lograr que todas estén operativas en 2022. En el caso de la macrozona Sur (Araucanía, Los Lagos y Los Ríos), no hubo adjudicación porque sólo se presentó una oferta –de Mundo Pacífico- y se pedía “un tremendo subsidio del Estado”, con precios a ofertar a ISPs “3 a 4 veces mayor a todas las demás macrozonas”, explicó Gidi. La oferta tuvo cambios para hacerla más atractiva, ya que la macrozona Sur es la que más necesita de una fibra troncal abierta: Araucanía es la región chilena con menor porcentaje de hogares con Internet fija (30%).