A fines de marzo de 2016, la Federal Communications Commission (FCC) de Estados Unidos arrancó con lo que prometía ser una “extravaganza de espectro”, en palabras del entonces titular del ente, Tom Wheeler. La subasta de incentivo –que consistió en adquirir frecuencias en 600 Mhz de las estaciones de televisión, para luego revenderlas para interesados en proveer datos móviles- no logró cumplir con las expectativas iniciales, aunque sí se posicionó como una alternativa innovadora en modalidades de entrega de espectro.