Amazon contrató a Steven Spielberg para estrenar su serie de ciencia ficción en su plataforma de streaming; Facebook y Youtube dan las puntadas finales a sus series exclusivas; NBC creará series de televisión para Snap-chat. La industria tradicional de contenidos está obligada a transformarse, y ya no sólo para nutrir las grillas de Netflix, que hoy le pone las mayores urgencias en cuanto a entrega de episodios y niveles de calidad. En América latina, los dueños del contenido, los distribuidores y programadores, responden a estas señales del mercado y a un espectador que consume de forma total-mente distinta (no sólo el millenial sino el público infantil) con ensayos “a prueba y error” de diversos modelos de negocio y alianzas con propios y extraños.