América latina se encuentra a la expectativa de los alcances de una eventual guerra comercial entre Estados Unidos y China, intensificada en junio con la imposición de un nuevo arancel del 25%, por parte del gobierno estadounidense a las importaciones industriales provenientes de China. En marzo, el presidente Trump había adelantado que Estados Unidos impondría aranceles del 25% a 1.300 productos chinos por US$ 50.000 millones. El 70% de estos bienes pertenecen a tres grandes sectores: componentes de reactores nucleares, maquinaria eléctrica y equipos ópticos. La respuesta china fue evaluar la posibilidad de establecer aranceles del 25% a la soja, los autos y otros productos estadounidenses importados por un valor de US$ 50.000 millones.