La confluencia de dos situaciones diferentes en apariencia, pero que en el fondo presentan cuestiones comunes, ha puesto en jaque a todo el sistema de televisión brasileña, con fuertes presiones políticas, económicas y diplomáticas, y la necesidad urgente de rever algunos de los aspectos principales de la Ley del Servicio de Acceso Condicionado (SeAC) que regula esa actividad.