Según un estudio de la consultora Axon y encargado por la Asociación Europea de Operadores de Redes de Telecomunicaciones (ETNO, por sus siglas en inglés), una pequeña cantidad de empresas de video, redes sociales y tecnología, que incluye a Meta, Google, Netflix y Amazon, representan más del 55% de todo el tráfico en redes móviles y de banda ancha del continente europeo. La investigación concluye que esto cuesta a las empresas de telecomunicaciones europeas entre € 15.000 y € 28.000 millones cada año. El incremento del uso de datos a través de estas plataformas se exacerbó con los confinamientos decididos para combater la pandemia de coronavirus.
El estudio es la última joya de una campaña que, desde 2020, impulsa ETNO para lograr que las big tech -todas de origen etadounidense- paguen parte del gasto que implica el despliegue de las redes de telecomunicaciones por las que circulan los datos que viables sus negocios. Las big tech no tienen responsabilidad en la expansion de la infraestructura, cuyo costo recae enteramente en las operadoras.
Según el informe encargado por ETNO, si algunos de estos grupos tecnológicos que consumen muchos datos pagasen € 20.000 millones a las empresas de telecomunicaciones para cubrir y aumentar la inversión en la red, se podrían crear 840.000 nuevos puestos de trabajo para 2025 y reducir significativamente el consumo de energía en el sector porque estimularía nuevos gastos. en 5G y fibra.
“Queremos iniciar un diálogo abierto con los responsables políticos, los consumidores y las empresas tecnológicas sobre cómo abordar los desequilibrios específicos en los mercados de tráfico de Internet”, dijo Lise Fuhr, directora general de ETNO.
Reclamos y fondos. Las empresas de telecomunicaciones vienen impulsando un debate con los reguladores europeos sobre el rol de las grandes empresas tecnológicas, que consumen una parte significativa de los datos de la red pero no aportan fondos para las costosas actualizaciones de infraestructura que están llevando a cabo los operadores móviles y de banda ancha, incluida la actual para desplegar 5G y expander fibra óptica.
ETNO ha señalado un caso de fines del año pasado en Corea del Sur, donde un tribunal ordenó a Netflix a pagar por un aumento en el tráfico en la red del operador SK Broadband provocado por el éxito de su serie Squid Game (El juego del calamar).
La asociación de operadores de telecomunicaciones vio con muy buenos ojos una declaración emitida por la Comisión Europea (CE, Poder Ejecutivo europeo), como parte de su posicionamiento sobre los derechos digitales, en el sentido de que “todos los actores del mercado que se benefician de la transformación digital [deberían] hacer una contribución justa y proporcionada a los costos de los bienes, servicios e infraestructuras públicos”.
ETNO asegura que el método más eficaz para que la CE logre el objetivo sería que creara un mecanismo de pagos directos para proyectos de infraestructura o para los propios grupos de telecomunicaciones. En cambio, el informe advierte que la creación de un fondo separado para la inversión o la imposición de un impuesto haría que el proceso fuera demasiado complejo y sería difícil de vender al público en general.
Inversiones pasadas. El informe de Axon describe cómo los grupos de telecomunicaciones europeos invirtieron € 500.000 millones durante la última década para actualizar y mejorar sus redes fijas y móviles. Por ello se encuentran en una posición financiera mucho más débil que las big tech. Los ocho principales grupos de telecomunicaciones tienen una capitalización de mercado total de € 240.000 millones, frente a los más de € 7 billones de los seis principales grupos tecnológicos, señaló el estudio.
Las grandes empresas de tecnología y transmisión de video responden que también contribuyen al costo de las actualizaciones de la red y que sus acuerdos de agrupación con empresas de telecomunicaciones ayudan a atraer y retener clientes creando valor compartido. Netflix dijo: “Nos asociamos con proveedores de servicios de Internet europeos para hacer que las redes sean más eficientes. Por ejemplo, hemos invertido mucho en nuestra propia red de entrega de contenido llamada Open Connect”. Agregó que las más de 700 ubicaciones de "almacenamiento en caché" que ha construido en Europa redujeron el tráfico en las redes de banda ancha, mejoraron la experiencia del usuario y ahorraron costos.
Si bien la UE yad io a conocer su posición, la incognita está ahora en el Parlamento Europeo, donde ya han naufragado proyectos similares. ETNO apuesta a que las experiencias sociales provocadas por la pandemia hayan modificado las posiciones al respecto.