Sparkle vendió a Oceanic Environmental Cables (OEC) más de 22.000 kilómetros de cables submarinos telegráficos, coaxiales y de fibra óptica tendidos en el Mediterráneo y que están en desuso.
OEC retirará esos cables y, una vez en tierra, los desmontarán en sus distintos componentes (fibra óptica, cobre, acero, aluminio, HDPE, y LDPE) hasta que se transformen en regranulados de alta calidad.
Los materiales con valor de uso industrial serán vendidos como materias primas secundarias. OEC estimó un ahorro de más de 35.000 toneladas de CO2e por el reemplazo de producción de esos materiales.