Existen más de 20.000 empresas de tecnología en América latina. Hasta 2019, se habían generado 37 unicornios, y otros 15 están actualmente en proceso de formación. La ebullición de este segmento, en una coyuntura favorecedora por la aceleración que generó la pandemia, contrasta con una dificultad común: precisan capital para crecer, con ciclos de inversión cada vez menores. El denominado “late stage funding” hace referencia al proceso de financiamiento en estado avanzado de las compañías. A diferencia del “early stage founding”, con rondas de inversión de entre US$ 2 millones y US$ 50 millones, esta segunda instancia precisa una capitalización de US$ 50 millones a US$ 1.000 millones. Como explicó Rafael Steinhauser, ex presidente de Qualcomm Latinoamérica, a Convergencialatina, “en un cierto momento, vale más la pena tornarse pública, pues levantar dinero es más fácil y a menor costo y condiciones. Eso ocurre a partir de aproximadamente US$ 300 millones de valor de mercado”.