Por su naturaleza de centro oncológico, el Instituto Alexander Fleming no contemplaba incurrir en telemedicina. El trato cercano con el paciente y la necesidad de contención no se concebían trasladados a un entorno virtual. Aún en un caso como este, el vuelco hacia las teleconsultas fue un paso obligado por las restricciones a la circulación, y ahora, con el aprendizaje de la pandemia a cuestas, la entidad decidió adoptar la nueva modalidad. En efecto, 35% de las consultas se hacen de manera virtual.