En los últimos tres años, creció el interés comercial por redes privadas 5G a nivel mundial, producto de los esfuerzos regulatorios por incrementar el espectro dedicado a industrias y verticales, además de necesidades concretas de monitoreo, automatización y otros servicios sobre banda ancha en entornos empresariales. Estados Unidos es uno de los mercados más avanzados en este sentido, con su esquema de compartición dinámica en Citizens Broadband Radio Service (CBRS, 150 MHz en banda C sobre 3,5 GHz), y Reino Unido, Alemania y Japón también otorgaron "rebanadas" (por el inglés, "slices") de espectro para actores ajenos al sector TIC. En América Latina, Chile sometió la posibilidad a consulta en 2019: allí, la banda de 28 GHz fue de las más recomendadas; el Consejo Minero consideró "crítico" el acceso a frecuencias, y los operadores móviles rechazaron de lleno la iniciativa.