Para avanzar con el despliegue de 5G, Costa Rica precisa hacer un remapeo de las concesiones de espectro. Y allí se encuentra con el problema de que las bandas más interesantes para la nueva tecnología móvil, las de 2,6 GHz y 3,5 GHz están parcialmente concedidas al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), prestador estatal de servicios públicos y de telecomunicaciones.