Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), este momento es único para América Latina por la confluencia de dos caminos: de un lado, la aceleración de la digitalización por la pandemia de coronavirus; del otro, la necesidad de darle bases sólidas a la recuperación económica. Y la inversión en conectividad conjuga ambos factores. Según un cálculo de la entidad de crédito multilateral, un aumento promedio del 10% en la penetración de la banda ancha provocaría un alza del 3,19% del producto interior bruto y del 2,61% de la productividad, contribuyendo a crear más de 67.000 empleos directos.