En 2021, América latina atrajo más de € 11.000 millones en inversiones de capital de riesgo en start-ups, generando unos quince unicornios, la cara visible del fenómeno. El momento “dulce” que vive el mercado emprendedor se replica en Argentina, que sólo en el primer semestre de 2021 registró un total de 45 transacciones de capital emprendedor y semilla, por la suma de US$ 210,7 millones, cinco veces más que en el mismo lapso del año anterior (ARCAP). Si bien el denominado “camino emprendedor” parece aceitado y genera inversiones cuantiosas y titulares periodísticos, el nivel de proyectos “semilla” presenta una dificultad común: le cuesta acceder a capital para crecer, con ciclos de inversión cada vez menores. Es en los proyectos que recién comienzan donde se encuentra el principal cuello de botella, en el denominado “early stage founding” (financiamiento de primera etapa), con rondas de inversión de entre US$ 2 millones y US$ 50 millones.