El panel que discutió la situación económica - Crédito: World Economic Forum

En el 53er Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que culminó este viernes 20 de enero, el uso de la tecnología ocupó un lugar central de los debates por sus implicancias económicas, sociales y ambientales, en un mundo que ya se acepta como “fragmentado” pero en el que aun hay espacio para la “cooperación”, como indicó la consigna que convocó al encuentro.

A diferencia de las ferias y exposiciones, en las que las firmas ofrecen sus últimas novedades, en Davos -la localidad suiza en la que tiene lugar el WEF- se presentan ideas y conceptos para la discusión aprovechando un auditorio conformado por jefes de Estado, accionistas de multinacionales, banqueros y referentes sociales globales.

En medio de las conversaciones urgentes sobre la enorme inflación, las continuas alzas de tasas de interés y los salarios y la guerra en Ucrania, también ocuparon un amplio espacio las que giraron en torno de la inteligencia artificial, el metaverso, el futuro de los criptoactivos y el respaldo de la tecnología para cumplir con los objetivos del milenio.

AI: oportunidad y amenaza. En Davos se habló de la necesidad de que se construya “un marco de gobierno de AI claro basado en principios claros”, en la expresión de Benjamin Larsen, Project Lead, Artificial Intelligence and Machine Learning del WEF. Larsen observó que “a pesar de la recesión actual y los despidos en el sector tecnológico, las empresas de IA generativa continúan recibiendo un gran interés por parte de los inversores”.

La AI generativa genera textos, imágenes, música, voz, código o vídeo a partir del uso de transformadores generativos preentrenados (GPT, por su acrónimo en inglés) que pueden generar textos nuevos a partir de la entrada que reciben sobre la base de un gran corpus de datos de texto y con una arquitectura de red neuronal basada en transformadores para procesar el texto de entrada y generar el texto de salida.

El caso de ChatGPT fue el más expuesto por sus implicancias económicas y sociales, pero también brillaron otros generadores como Stable Diffusion y Dall-E. Mientras que inversores y analistas consideraron que estas iniciativas podrían reducir los costos de los servicios de salud y legales, otros advirtieron sobre su tendencia a consolidar los grandes marcos que otorgan las bases de datos.

En ese sentido, hubo consenso en la necesidad de que se avance en la regulación del uso de la IA. Por ejemplo, se mencionó el caso del juicio que Getty Images inició en el Reino Unido contra Stability AI, la dueña de Stable Diffusion, a la que acusa de haber extraído ilegalmente millones de imágenes de su base de datos para entrenar sus herramientas, violando los derechos de autor.

Metaverso en vivo y directo. El WEF se realizó en el metaverso, además de manera presencial. La organización del Foro lanzó el Global Collaboration Village, en el que 80 organizaciones participantes tuvieron un lugar.

El metaverso del WEF se ejecutó en la plataforma de realidad mixta Mesh, de Microsoft. Constó de tres áreas separadas: el centro de congresos virtual, apto para asistir a conferencias, reuniones bilaterales y talleres; los centros de colaboración, que ofrecieron espacios de colaboración virtual para reuniones de menor escala y más profundas; y los campus, que brindaron un puesto de exhibición virtual.

Klaus Schwab, presidente del WEF, observó que “con Global Collaboration Village, estamos creando la primera aplicación de la tecnología de metaverso orientada a un propósito público, construyendo una verdadera aldea global en el espacio virtual”.

WEF calculó que, aunque la definición precisa del metaverso todavía se está debatiendo, el sector tendrá un valor de US$ 800.000 millones en 2024. La organización acompañó el lanzamiento de su metaverso con dos documentos informativos. Uno de ellos enfatizó la importancia de la interoperabilidad, que permitió a los usuarios moverse entre el mundo físico y el digital con sus datos relevantes, activos digitales e identidades. El otro, se enfocó en aplicaciones de consumo, tecnologías fundamentales y caminos hacia el valor económico y el crecimiento.

Criptoinvierno. La estampida de los inversores del mundo cripto que siguió al derrumbe del Exchange FTX generó una polarización en las posiciones expresadas en el WEF entre aquellos que vieron en este episodio un correctivo necesario y los que auguraron el inicio de cambios profundos en ese ecosistema, especialmente por la introducción de una férrea regulación.

La propia escenografía del WEF mostró los cambios que se han sucedido. Hasta mayo pasado, cuando se realizó la versión primavera del WEF, las fachadas de las tiendas que bordean ambos lados de la calle Promenade, que atraviesa la estación de esquí suiza, estaban dominadas por exchanges que operaban con bitcoins y otras criptomonedas. En su versión invernal, solo quedaron unos pocos puestos.

La ausencia de entusiasmo con el universo cripto se verificó también en la distancia que pusieron referentes de la industria tecnológica. Jeremy Allaire, director ejecutivo de Circle, el emisor del stablecoin USDC, lo expresó así: "El enfoque siempre debió estar en el valor de la utilidad y las aplicaciones prácticas de la tecnología, y no en los inversores minoristas que buscan monedas meme".

El mundo de los activos digitales cambió drásticamente desde mayo, con el desplome del valor de mercado de las criptomonedas y la quiebra de algunas de las principales empresas que las impulsan. Los inversores se retiraron de los activos de mayor riesgo ante el aumento de las tasas de interés. Así, la capitalización de mercado de las criptomonedas se redujo en US$ 1,4 billones o un 30% del valor desde los picos alcanzados a fines de 2021.

Megatendencias. Los debates públicos en el WEF se dieron en el marco de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas. Medioambiente, desigualdad, eficiencia energética fueron parte de la discusión.

Cristiano Amon, CEO de Qualcomm, aseguró en el WEF que “la transformación digital se convierte en una necesidad para que las empresas sean competitivas en nuestra futura economía digital. Cuando hablamos sobre el entorno económico actual, vemos que existe este deseo de las empresas de transformarse digitalmente y utilizar la tecnología para convertirse en más eficientes, para ser más productivos. Creo que, en realidad, estamos viendo en este momento una demanda increíble de que las cosas se vuelvan más inteligentes, que se vuelvan más conectadas”.

En tanto, AWS planteó los ejes que deberían servir a los operadores a mejorar su eficiencia energética. Sameer Vuyyuru, director de Desarrollo de Negocio Mundial para el Sector de las Telecomunicaciones de AWS, detalló que este sector es responsable de entre 3% y 4% de las emisiones mundiales de CO2, aproximadamente el doble que el sector de la aviación y que los equipos RAN demanda el 75% de esa potencia. Ante ello, la UIT fijó el objetivo de que el sector alcanzara el “net zero” en 2050.

Vuyyuru indicó que AWS ofrece tres formas de avanzar hacia ese objetivo: migrar a la nube y utilizar energías limpias para alimentar las operaciones; optimizar la construcción de redes para aumentar su resistencia y eficiencia y transformar las operaciones para que sean dinámicas y eliminar el uso excesivo de energía.

La mirada social la puso, entre otros, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, quien subrayó que “la desigualdad es el mayor desafío” al que se enfrenta la sociedad en el cambio de era que genera la transformación digital. Para enfrentar la desigualdad, dijo Álvarez-Pallete, se necesita que las personas obtengan “nuevas competencias”, para lo cual la aplicación de tecnología puede ser esencial.

En la visión de Álvarez-Pallete, el reskilling ayudará a superar el impacto que la tecnología y la automatización están causando en el mercado laboral, al tiempo que permitirá capturar las nuevas oportunidades de trabajo que la transición digital y ecológica está generando. Para promover el aprendizaje permanente y la recualificación que permitan aprovechar el potencial que la revolución tecnológica ofrece, el presidente de Telefónica insistió en “gestionar bien la transición digital”.