La articulación con Brasil permitió acceder a los cables submarinos que amarran ese país - Crédito: Datco
Los gobernadores de Chaco, Jorge Capitanich; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; de Salta, Gustavo Sáenz; de Jujuy, Gerardo Morales; de Catamarca, Raúl Jalil; y el secretario de Coordinación de Santiago del Estero, Cristian Oliva acordaron conformar la alianza estratégica de sus provincias para la integración y explotación de la Red Capricornio.
Los mandatarios acordaron crear un grupo de trabajo integrado por equipos técnicos en telecomunicaciones de sus provincias para fortalecer la tarea conjunta con Enacom y Arsat. Invitaron a Tucumán y Corrientes a integrarse al grupo.
El anuncio supone un importante guiño político para el proyecto público-privado por parte de los gobernadores de las provincias por las que pasa la red. También se produce en un momento de intensa actividad del Estado en relación con la conectividad.
El grupo de gobernadores tomó como idea base que la pandemia de Covid-19 confirmó la importancia de la conectividad para la educación, la econo mía y la política y acordó avanzar desde las gobernaciones con políticas activas. “Queremos que en cada rincón de las provincias del NEA y NOA argentino exista acceso a las telecomunicaciones de forma eficiente y de calidad”, declaró el chaqueño Capitanich.
Capricornio fue inaugurada el año pasado y es el resultado de la interconexión de las redes de Silica Networks (Grupo Datco, Argentina); de Ampernet Telecom (Brasil); y las Sapem: Ecom, de Chaco; Marandú, de Misiones y Refsa, de Formosa. Luego se integró la red de Santiago del Estero.
La articulación con Brasil permitió acceder a los cables submarinos que amarran ese país en San Pablo, Río de Janeiro y Fortaleza y brinda un nuevo punto de acceso a la conectividad internacional por el Océano Atlántico sin necesidad de pasar por Buenos Aires, con una menor distancia y reduciendo la latencia. La concreción de una segunda etapa de Capricornio contempla seguir hacie el oeste y a través del Paso de Jama cruzar a Chile y seguir hasta el Océano Pacífico para conectarse a los cables submarinos por Arica y Antofagasta.