El “telular”, un sistema aplicado para transformar teléfonos fijos en celulares, se convirtió en otro asunto de debate entre los operadores privados y el Estado.
El presidente del sindicato de ANTEL, Gabriel Molina, dijo que denunciará ante la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicación (URSEC) porque "las empresas privadas no pueden hacer ese tipo de negocio que rompe con el monopolio de la telefonía y atenta contra decretos que tienen plena vigencia", señaló.
Por su parte el presidente de la Cámara Nacional de Telecomunicaciones, José Pedro Derrégibus, dijo que no hay ninguna ilegalidad en el uso de esa tecnología porque “un teléfono alámbrico puede ser usado fijo o móvil y uno móvil puede ser usado de manera fija" y agregó que ellos no estan usando ninguna tecnología de ANTEL ya que el "telular" es un teléfono celular.
Operadores del sistema de comunicaciones dijeron que se estima en unas 100.000 la cantidad de líneas “telulares” que funcionan en el país. Esto supone un movimiento de dinero aproximado entre US$ 36 millones a US$ 48 millones por año.
Telular es en realidad una marca de plaza cuyo nombre se extendió a todos los aparatos que tienen su mismo uso. Técnicamente, un “telular” es un celular de base o de escritorio que se conecta a un teléfono convencional o a una central telefónica. “Reduce el gasto de realizar llamadas a celulares por las líneas fijas. Ofrece la ventaja de tener un celular en la red de extensiones del conmutador. Opera con chip de prepago o con plan tarifario”, dice uno de los tantos anuncios en Internet que promocionan este aparato