Algunas de las peleas regulatorias que tienen a Starlink como protagonista comenzaron la cuenta regresiva en la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés), el regulador de Estados Unidos. Se espera que esta semana el organismo emita una resolución que resuelva la discusión por el uso de la banda de 12 GHz, en la que están enfrentadas Starlink y un grupo de operadores de Internet de banda ancha encabezados por Dish y RS Access. Además, la FCC viene de resolver una controversia en favor de Boeing y en contra de los intereses de la firma que dirige Elon Musk. Mientras, en el horizonte se perfila una pelea de fondo con Kuiper Systems, el emprendimiento satelital de Blue Origin que aún no despegó.
Pelea por la banda de 12 GHz. En el que podría ser uno de los conflictos más relevantes, la FCC pidió a Starlink, Dish y RS Access que dieran a conocer nuevas opiniones en relación al empleo de la banda de 12 GHz. Una parte de esa porción de espectro está concesionada y en manos de los operadores terrestres, que la usan para hacer transmisión multicanal de Internet y 5G en la modalidad conocida como Multichannel Video Distribution and Data Service (MVDDS).
Starlink también usa esa banda para la transmisión desde sus satélites hacia los platos de recepción de sus clientes. Al principio, los MVDDS miraban de soslayo los planes de Starlink y creyeron que no habría problemas en compartir la banda y así se lo hicieron saber a la FCC con un documento enviado en enero pasado.
La propia Starlink no pidió exclusividad sobre esa banda. Pero su rápido despliegue este año cambió las cosas y las partes cambiaron su parecer. Starlink comenzó a pedir exclusividad y los MVDDS pasaron a la defensiva, a reclamar a la FCC que no innovara en la materia. Starlink asegura que tiene prioridad porque su servicio otorga acceso a Internet a poblaciones que de otro modo no tienen ofertas de conectividad.
Las posiciones contradictorias de los actores de este conflicto derivaron en el planteo de la FCC de generar una nueva ronda de opiniones para llegar a una conclusión. Según los medios especializados que siguen el tema, la FCC estaría muy próxima a emitir una decisión que tampoco sería la definitiva, ya que Dish advirtió que recurriría a la justicia federal si considera que sus intereses han sido lesionados en el procedimiento de la FCC.
Boeing despega. Mientras tanto, la semana pasada la FCC resolvió una controversia en favor de Boeing y en contra de Starlink. El jueves pasado incluyó en la lista de asuntos tratados el pedido de autorización de Boeing para crear una constelación de 147 satélites LEO para transmisión de Internet de banda ancha.
Boeing presentó por primera vez su pedido a la FCC en 2017 para su constelación, con el fin de proporcionar un servicio rápido de Internet de banda ancha a consumidores residentes, usuarios gubernamentales y profesionales en EE.UU., Puerto Rico y las Islas Vírgenes.
En 2019, SpaceX le pidió a la FCC que rechazara esa solicitud alegando que había un "claro riesgo de interferencia maliciosa con otros sistemas" o "asegurándose de que las operaciones de Boeing fueran diferentes", es decir, que no crease problemas a otros operadores.
Bezos en el horizonte. El mismo problema, el de la posible interferencia entre servicios, enfrenta a Starlink con Blue Origin, el emprendimiento espacial de Jeff Bezos y que tiene en Kuiper Systems su pata satelital junto con Amazon.
Cuando en julio pasado, la FCC aceptó que Starlink bajara la órbita de 2.824 satélites a desplegar, Kuiper reclamó que esa decisión provocará interferencias con otras empresas satelitales con artefactos en LEO superiores. La respuesta de Starlink fue que mientras su despliegue ya está funcionando en versión beta y se aproxima a su despliegue definitivo, Kuiper es solo un proyecto que aún no despegó.
Por las dudas, la FCC pidió en su resolución de julio que Starlink coordine con Kuiper el análisis de las interferencias entre satélites. Algo complejo de realizar mientras Kuiper no esté en el espacio. El plan que Jeff Bezos y Amazon anunciaron es la creación de una malla de 3.000 satélites LEO a partir de 2022, aunque no hay indicios de que se haya iniciado la construcción de los artefactos.