La toma del control accionario de Entel Chile por parte de Almendral, compañía local propiedad de Juan Hurtado Vicuña, le daría mayor libertad para la toma de decisiones estratégicas al management del operador, conducido por Richard Büchi; amigo personal del comprador. Se abre para la empresa un escenario de mayor crecimiento.
Juan Hurtado Vicuña es el empresario con mayor presencia en directorios de empresas chilenas. Ese prestigio se sustenta en su éxito personal: acumula inversiones en activos que suman más de US$ 3.000 millones. Su actividad está diversificada en el sector financiero, sanitario, minero, inmobiliario y de retail. El corazón de su imperio es su participación en Consorcio Financiero, un holding que cuenta con siete empresas.
La carrera empresaria de Hurtado Vicuña está estrechamente relacionada con la privatizaciones encaradas entre 1985 y 1989 por Juan Büchi, hermano de Richard, por entonces ministro de Hacienda del gobierno militar de Augusto Pinochet. Hurtado Vicuña había sido seleccionado por Juan Büchi para realizar el perfil financiero de las empresas estatales que fueron puestas a la venta, lo que lo llevó a desempeñarse en los directorios de Soquimich, Endesa, Chilectra, Chilmetro y Chilquinta. Sobre el final del régimen pinochetista, también desembarcó en Aguas Quinta y Aguas Décima.
A través de la ex Chilquinta, ahora Almendral, Hurtado Vicuña ingresó en 1992 a Entel, con la compra del 19,99%. El empresario se retiró en 2001, cuando vendió 25,6% de la propiedad, junto al 3,5% del grupo Matte, a Telecom Italia en alrededor de US$ 900 millones, la misma cifra que ahora le dará el control de Entel. Sólo esa cifra revela que acaba de realizar un negocio excelente pero el mérito se potencia si se tiene en cuenta que desde entonces hasta ahora Entel se ha fortalecido en el negocio móvil a través de Entel PCS; y que, además, ya ha concluido la etapa más pesada del despliegue de infraestructura. El último decreto tarifario, que básicamente redujo los precios finales e incrementó los precios de la interconexión, impactó negativamente sobre la cotización de la empresa y se espera una paulatina apreciación del activo que también redundará a favor de Hurtado Vicuña.
Aunque la decisión de Telecom Italia de abandonar Chile parece precipitada, le permitirá reducir su deuda corporativa en casi € 1.100 millones. La venta a un grupo local, como hicieron en 2004 con su salida de Venezuela, deja otra pista: los italianos no le venden ni a los mexicanos ni a los españoles. Distintas fuentes señalan que en 2004 Carlos Slim ofertó por Entel más de lo que ahora cotizó Almendral.
El cambio de accionistas, que se concretará en los próximos tres meses, no significará alteraciones en la cúpula del management de Entel. La empresa es conducida por Richard Büchi desde diciembre de 1994, mucho antes de la entrada de Telecom Italia a Entel. Además de la relación personal con Hurtado Vicuña, la larga trayectoria de Büchi le dan méritos suficientes para la permanencia. El ejecutivo mantenía un tensa relación con los italianos que, en los últimos tiempos, se mostraban altamente reticentes a aprobar los diferentes planes estratégicos presentados por el directorio. La principal apuesta en fijos de Entel Chile es el despliegue de última milla inalámbrica cuyas expectativas son enormes si concreta una migración hacia Wi-Max. En móviles ahora deberá enfrentar a la nueva Telefónica Móvil-BellSouth Chile que concentra el 48% del mercado chileno.