La firma italiana Pirelli anunció recientemente, desde su sede en Roma, la venta del 100% de su División de Cables y Sistemas al fondo de inversión estadounidense Goldman Sachs. La operación rondó los € 1.315 millones (unos US$ 1.600 millones) por las 52 plantas de Pirelli en todo el mundo, incluidas las que posee en la Argentina (fabricación de cables de cobre) y Brasil (fibra óptica). Goldman Sachs desembolsó € 490 millones en efectivo, en tanto que heredará € 690 millones en deudas y € 135 millones correspondientes a préstamos asumidos por la división. El comprador absorberá a la división de Pirelli a través de su subsidiaria Goldman Sachs Capital Partners.
De acuerdo con fuentes del mercado consultadas por Convergencialatina, Goldman Sachs compró barato. Por eso, creen que el plan sería reestructurar la deuda de la compañía para luego venderla a alguno de los grandes productores de cable: Furukawa, con presencia en Brasil, y Corning, que a través de sus compañías participadas tiene activos en la Argentina y Brasil.
El negocio de fabricación de cables de cobre y fibra ha declinado con la fuerte caída en la demanda, ocurrida después de la apertura a la competencia en los principales mercados del mundo. La actividad se encuentra concentrada en manos de Corning y Furukawa, luego de que los mayores proveedores de equipos se han desprendido de sus respectivas divisiones en los últimos años; la excepción es Alcatel. Pirelli actuaba en ese segmento como competidor especializado y ahora, tras la venta ya no tiene presencia como proveedor para el mercado de telecomunicaciones.
De todos modos, el Grupo italiano conserva su relevancia de primer nivel en el sector como accionista controlante del Grupo Telecom Italia. Un dato relevante acerca de la venta de la unidad de cables de Pirelli es que aportó varios directivos de primer nivel para los directorios de las unidades latinoamericanas de Telecom Italia. Es decir, aunque había declinado su importancia económica, tenía un fuerte peso político en la región.