La empresa finlandesa Nokia y la alemana Siemens anunciaron su decisión de fusionar sus actividades de telecomunicaciones mediante la creación de un joint venture al 50% cada uno, que creará una compañía global con una facturación estimada en € 15.800 millones. La nueva empresa se denominará Nokia Siemens Networks y se estima que hasta 2010 la sinergia permitirá ahorros anuales del orden de los € 1.500 millones. El objetivo de la nueva compañía es tener una papel relevante en el desarrollo de la convergencia de los sistemas fijos y móviles, además de lograr un buen complemento entre las bases de clientes de ambas compañías.
La conducción de Nokia Siemens Networks estará a cargo del actual titular de Nokia, Olli Pekka Kallasvuo, mientras que como director ejecutivo se desempeñará Simon Beresford Wylie, que en la actualidad es el vicepresidente ejecutivo y director de redes de Nokia. Como director financiero fue designado Peter Schoenhofer, que hasta el momento se desempeñaba como miembro del consejo de dirección de Siemens Austria.
La nueva compañía iniciará su actividad con una fuerza de trabajo de 60.000 personas y se convertirá en la segunda mayor del mundo en infraestructura móvil, la tercera en infraestructura fija y la tercera en el conjunto del mercado de telecomunicaciones. Tendrá su sede en Helsinki, aunque contará también con fuerte presencia en Munich, donde se instalarán cinco divisiones. La transacción quedará cerrada antes del 1 de enero de 2007 y está pendiente del visto bueno de las autoridades reguladoras.
El propio Olli Pekka Kallasvuo señaló que “la industria de las comunicaciones se encuentra en pleno proceso de convergencia y la fuerte e independiente Nokia Siemens Networks estará en posición ideal para ayudar a los clientes a reducir los costos y mejorar sus ingresos”. Agregó que “pensamos que la alianza con Siemens es la forma más efectiva de crear una amplia cartera de productos, necesaria para competir a nivel global y crear valor para los accionistas”.
Desde hace varios meses en el sector circulaba el rumor sobre la decisión de Siemens de desprenderse de su sector de las telecomunicaciones y en más de una oportunidad se mencionó a Motorola como una de las empresas interesadas en hacerse cargo de esos activos debido a que constituían un complemento ideal para sus operaciones móviles.
Siemens venía registrando constantes retrocesos en el área de las telecomunicaciones que la obligaron a vender en 2005 su negocio de celulares a la taiwanesa BenQ. Hace pocos meses atrás se anunció una reorganización en esa área de negocios y se dieron señales al mercado sobre la intención de buscar alguna forma de venta o asociación ya que la conducción de la empresa, a cargo de Klaus Kleinfeld, no estaba dispuesta a seguir tolerando las pérdidas que venía acumulando en los últimos tiempos ese sector. A su vez, Nokia venía registrando retrocesos en su sector de telefonía fija y se le hacía bastante dificultoso poder competir en el sector de redes móviles.