Con menos de 15 millones de abonados a mediados de 2022, niveles similares a los que tenía una década atrás, el mercado brasileño de la TV paga, que otrora fuera un baluarte en Latinoamérica, se debate en una serie de situaciones y problemas, en gran parte producto de las nuevas tendencias mundiales de los espectadores y el avance de las nuevas tecnologías, en especial con el crecimiento de la banda ancha.