Los dispositivos WiFi en el hogar son dominantes en cantidad pero la falta de estandarización en ciertas capas del modelo OSI (Open System Interconnection) dificulta su gestión. Por ejemplo, mientras la capa física tiene definiciones de los distintos estándares WiFi, la potencia o ganancia de antena no están definidas, lo que dificulta armonizar la experiencia del usuario.
En América latina las características de los materiales que constituyen los inmuebles, como paredes de ladrillo, imponen desafíos adicionales. De acuerdo con un estudio realizado por Arris en la región el 79% vive en departamentos y el 21% en casas, y el 77% son hogares con más de tres habitaciones. Esto hace que para llegar a la tercera habitación, suponiendo que estás ubicadas linealmente, tanto las redes WiFi hogareñas de 2,4Ghz como las de 5Ghz, tengan una señal muy débil en el tercer cuarto. Como consecuencia, la velocidad de la conexión cableada que llega a la casa deja de ser percibida con calidad por el usuario conectado mediante un dispositivo inalámbrico. A esto se suma que los precios de conectividad hogareña en Latinoamérica son altos en relación al poder adquisitivo de la población; y por todo esto resulta relevante hacer posible gestionar la calidad de la red WiFi hogareña.
La solución de Arris. Durante este año Arris lanzó dos gateways (NVG578 y NVG558) para dar conectividad WiFi de alta velocidad y que resuelven cuestiones de estándares. Tienen opciones de ofrecer el estándar 802.11ac y actualizarlo a 802.11ax en configuraciones de dos y tres bandas de frecuencia incluidas. El gateway NVG578 está pensado para soportar servicios de triple play integrando tecnologías que pueden incluir 4GLTE y 3,5Ghz (CBRS en Estados Unidos), además de eventualmente soportar los futuros equipos en 5G. El equipo NVG 578 incorpora el soporte de radios para IoT como opcionales.
En forma complementaria, bajo la línea Arris Home Assure, el fabricante anunció a comienzos de agosto de 2018 su equipo Wireless Extender bajo el estándar Easy Mesh, el primer extensor WiFi certificado por la WiFi Allliance. El objetivo es amplificar las distancias de las velocidades de 1Gbps cuando se utilizan con otros dispositivos certificados por el estándar.
Estas soluciones permiten una configuración fácil para el usuario hogareño y funcionalidades de gestión de red como, por ejemplo, apagar la red WiFi en un determinado momento.
Consultado sobre las inversiones necesarias para moverse hacia este tipo de redes hogareñas, Ramos indicó que si cada caso es distinto, para el cableoperador el principal beneficio es el ahorro en tiempo y en costos. Algo que verían reducido drásticamente sería el llamado a call centers por temas de gestión de red. Son, según Ramos, soluciones que permiten economizar y que se repagan en el corto plazo. Al punto que la tendencia de mediano largo plazo para todos los prestadores es moverse hacia el “WiFi carrier grade” en el hogar.