Mapa de Carriers 2019 - Crédito: © 2019 Convergencialatina
Las más recientes inauguraciones de cables submarinos y los proyectos anunciados hasta 2021 dejan a un lado el trayecto Brasil-Estados Unidos, que concentró históricamente la atención del segmento. Luego de la entrada en operaciones del Sistema de Cable del Atlántico Sur (SACS), de Angola Cables, entre Brasil y Luanda (África), la conectividad trasatlántica restringida al hemisferio sur se consolidó como ruta alternativa, y la iniciativa del gobierno chileno con su “Puerta Digital Asia-Sudamérica” –para unir Chile con China- ya cosecha interesados, como el Estado ecuatoriano, por ejemplo, que propuso un punto de derivación hacia las Islas Galápagos.
El disparador del SACS a su vez permitió concretar la denominada “Nueva Ruta del Sur”, gracias a una alianza entre Angola Cables y Silica Networks: el resultado es una red de fibra óptica de alta capacidad que conecta por primera vez América del Sur con África y Asia, con salida al océano Pacífico a través del backbone de Silica en Chile. La interconexión entre estas infraestructuras apunta a lograr una latencia un 60% más baja frente a opciones de enrutamiento a través del hemisferio norte.
La Nueva Ruta del Sur se ve enriquecida además por la inauguración este año de la Red Capricornio (más de 15.000 km), producto de la interconexión de tendidos de Ampernet Telecom (Brasil), Ecom Chaco, Marandú Comunicaciones y REFSA Telecomunicaciones (del norte argentino) y Silica (Argentina, Brasil y Chile).
Otras dos iniciativas de envergadura en rutas alternativas, pero por el Pacífico, son el Curie, de Google, pronto a entrar en operaciones, entre Valparaíso (Chile) y California (Estados Unidos). Y a fines de 2020 se prevé esté completado un tendido submarino de América Móvil y Telxius, de 7.300 km y capacidad inicial estimada de 108 Tbps, entre Guatemala y Chile.
La apuesta por nuevas opciones de enrutamiento está ligada a una inversión en la circulación del tráfico, ocurrida en los últimos cinco años. Responde, en primer lugar, a un cambio en el tipo de contenidos por la preeminencia del streaming de video, juegos online, aplicaciones sensibles al delay y Cloud para apps corporativas. El video en particular genera cambios violentos en el patrón de tráfico: por picos de consumo para eventos particulares o transmisiones en vivo; y por el video correspondiente a gaming, en tiempos de auge de los eSports, que obliga a reforzar la bidireccionalidad y otorga a la latencia un rol fundamental.
Los players de Internet a su vez impulsaron el acercamiento del contenido al usuario, tras detectar una brecha en el mercado para todo el tráfico que necesitan transportar. Google destinó US$ 47.000 millones entre 2016 y 2018 para reforzar su infraestructura a nivel mundial (participa directamente o a través de socios en 13 cables submarinos): para América latina anunció este año la extensión del Tannat a Argentina, junto a Antel de Uruguay. Facebook, por su parte, también sumó un modelo de co-construcción como este último, con el cable Malbec, entre Argentina y Brasil, encarado de la mano de Globenet.