
Mapa de Carriers en América latina 2022 - Crédito: © 2022 Convergencialatina
La industria mayorista submarina advierte y reconoce una necesidad de renovación: ya sea mediante nuevos tendidos; esquemas de asociación y contratación de pares de fibra o espectro en cables existentes; o planes liderados por gobiernos, motivados por cuestiones geopolíticas más que por planes de negocios.
El motivo central detrás de esa necesidad de renovación es que los tendidos de consorcios desplegados a inicios de este siglo se acercan al fin de su vida útil, de entre 20 y 25 años. Mientras algunos players buscan acuerdos con nuevos cables ya existentes-como Sparkle, con el Curie y el Monet-, actores de la talla de Cirion evalúan la situación de sus 30.000 millas de tendidos. Otros efectúan upgrades. Por ejemplo, el cable ARCOS, que rodea al Caribe en sus tramos Este y Oeste, fue construido en 2001 con una capacidad de 960 Gbps. De acuerdo a consultas con vendors hechas por Cable & Wireless Networks, su vida útil podría extenderse unos diez años más: actualmente su capacidad es de 32 Tbps, gracias a upgrades efectuados mediante electrónica.
En el Caribe se dan ciertas necesidades de renovación propias de esa región, por lo que se espera que sea un “hotspot” en los próximos dos a tres años. Digicel planea el Deep Blue One, en asociación con Orange, para sostener su propia provisión de servicios, ya que se trata de una zona con menor presencia de actores hiperescala. También, para abastecer la demanda del sector de Oil & Gas; y garantizar resiliencia, ante la proximidad del término de vida útil del Americas II, hacia 2025. El Deep Blue One está previsto para entrar en operación a inicios de 2025, y se interconectará además con el cable Kanawa de Orange y el SCF de Digicel.
Otro tendido nuevo anunciado durante 2022 es el Carnival Submarine Network-1 (CSN-1), a cargo de Telconet de Ecuador. Tendrá 4.500 km de extensión entre Ecuador, Panamá, Colombia y Estados Unidos y buscará brindar una alternativa de conectividad a Centroamérica, frente a la antigüedad de cables de consorcio; además de habilitar el primer acceso a centros de datos de la costa oeste de Florida.
Entre los proyectos con incidencias geopolíticas, avanza de la mano del Estado chileno el proyecto Humboldt, que unirá Valparaíso con Sidney. El tendido de 14.810 kms requerirá de una inversión de US$ 394 millones y US$ 18 millones anuales de gastos. Aspira a capturar el 18% del tráfico entre Sudamérica y Asia-Pacífico y según el regulador chileno Subtel, el tráfico entre ambas regiones podría crecer a una tasa anual de 28% en los próximos 25 años. Se espera que en 2022 queden definidos los accionistas de Humboldt Cable System (HCS): entre ellos estarían los países sudamericanos con los que se avanzó en conversaciones -Argentina y Brasil-, y continúa el diálogo con Paraguay y Bolivia.
Mientras tanto, la diversificación de rutas terrestres y el fortalecimiento de la infraestructura de backbones busca acompañar un entorno de centros de datos de menor tamaño, más distribuidos geográficamente para acercarse al usuario y con nuevos requerimientos de capacidad. Los grandes proveedores de nube están enfocados en la creación de nubes específicas para la atención de verticales de la economía, y la multiplicación de regiones para acercarse a empresas de todo tamaño.
A esta coyuntura se suman dos nuevos posicionamientos de actores centrales del segmento mayorista latinoamericano: Cirion como una nueva compañía independiente, luego de que Lumen cerrara la venta de su negocio en Latinoamérica a Stonepeak; y por otro, Globenet tras la integración con V.tal de Brasil.