Mapa de Carriers en América latina 2023 - Crédito: © 2023 Convergencialatina
El mercado Carrier latinoamericano, tanto terrestre como submarino, se encuentra en plena reacción frente a la ebullición de los centros de datos en la región. Por un lado, se advierten cables submarinos que se ven revalorizados a partir del hecho de complementarse con redes de data centers interconectados. Por otro, se generan integraciones más robustas de redes terrestres y submarinas, para acompañar las necesidades de conectividad entre nubes que demandan los clientes, volcados hacia entornos multi Cloud, con sus cargas de trabajo repartidas entre nubes privadas, públicas y el on-premise.
Se prevé que la conectividad de los centros de datos será el principal mercado a atender en los próximos cinco años. Cirion supera los 95 data centers conectados en América latina y se sumará otra decena adicional. En paralelo, prevé la instalación de dos nuevos centros de datos, en Perú y Chile, de 20 Mega Watts, con los que busca afrontar una próxima ola de inversiones de los actores hiperescala, ya no concentrados en infraestructura propia sino también de terceros.
En lo que respecta a los hyperscalers y su panorama para los próximos años, Oracle reporta que el 70% de sus ingresos en Latinoamérica proviene de los servicios Cloud, con casi 8.000 clientes, y sumará tres regiones de nube en los próximos meses (a las 4 que ya tiene en Colombia, Chile, México y Brasil). Su previsión es que en 2025 el 90% de sus ingresos en la región surjan de Cloud.
Para sostener estas tendencias, Liberty Networks planea invertir US$ 250 millones en Latinoamérica en los próximos 5 años para ampliar y mejorar su alcance terrestre y submarino, y aumentar a su vez, la capacidad de sus ofertas de seguridad y la nube. Angola Cables lanzó en marzo de 2023 su nueva compañía para Latinoamérica “TelCables Brasil”, que operará la infraestructura de la empresa africana por medio de AngoNAP Fortaleza, el Data Center Tier III localizado en Ceará y los cables submarinos Monet, SACS y WACS. A fin de 2023 se espera que entre en servicio el cable submarino Arimao, desarrollado por la estatal de Cuba Etecsa y la francesa Orange: unirá Cuba con la isla de Martinica, y desde allí quedará interconectado con el cable submarino Kanawa, complementando a su vez al Alba-1.
Entre otros casos de integración terrestre-submarina, durante el primer semestre se avanzó con el tramo terrestre del proyecto Gold Data 1, entre Querétaro y Ciudad de México, que se complementa con un tramo submarino entre México y Florida, en los Estados Unidos, previsto para fin de 2023. A su vez se prevé otro tramo terrestre, entre Ciudad de México y Veracruz. La iniciativa del Gold Data 1 supone una inversión total de US$ 150 millones y busca agregar diversidad al mercado de conectividad del sur de la Florida, además de asegurar el tráfico de datos hacia y desde la Costa Este norteamericana.
Por otro lado, Millicom desplegó dos nuevas rutas terrestres a través de la frontera de Bolivia y Paraguay, conectando directamente a estos países por primera vez. Se trata de un tendido de fibra redundante de 1.000 km, con capacidades escalables. Este nuevo tramo forma parte de una conexión directa entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico, en lo que se denomina el Corredor Bioceánico, un proyecto vial digital entre Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú y Chile que cubre más de 3.700 km.
Los más recientes proyectos anunciados para el segmento de cables submarinos coinciden en la necesidad de tendidos de menor longitud, que permitan disparar branching units a pedido de la demanda. Es el caso del Deep Blue One, de Digicel, en el Caribe, que se proyecta con ramificaciones para la conexión de plataformas de marinas de petróleo y gas; y el Tikal, de Telxius y América Móvil, que unirá Guatemala y Estados Unidos.