El calendario de lanzamientos de satélites para 2022 a 2026 muestra un interés de la industria por diseñar esquemas multi órbita, con pisada en GEO, LEO y en ciertos casos MEO, ya sea a través de flotas propias o acuerdos de colaboración. Ejemplo de ello es la hoja de ruta de Intelsat para lo que resta de 2022 e inicios de 2023, cuando prevé poner en órbita el IS-40e: en total el operador cuenta con doce satélites en producción, cuatro de ellos definidos por software y todos bajo una visión de una “red unificada”. La empresa, que viene de salir de un proceso de recuperación judicial, mantiene su foco en GEO, pero busca presencia en las otras dos órbitas. Por eso evalúa planes para MEO y avanza con testeos en soluciones junto a flotas en LEO existentes. Sobre este último punto, el operador trabajó recientemente con OneWeb en una solución de comunicaciones multiórbita para representantes del Ejército de EE. UU. y el Departamento de Defensa de ese país: allí se exhibió la diversificación del transporte entre GEO y las constelaciones de órbita baja, con un cambio continuo entre los dos, para mostrar el potencial de usar ambos tipos de satélites en conjunto.