Tras su salida de Panamá, Digicel enfrenta serios desafíos para consolidar su posición en los otros mercados de América Central y el Caribe en los que actúa, en especial para encontrar el foco de negocios más rentable. El peso de su deuda limitará su margen de acción en momentos en que la competencia se concentra en la región. Y ello a pesar de que viene de cobrar US$ 1.400 millones por la venta de sus activos en el Pacífico.