La relevancia que ha cobrado el litio está íntimamente ligada a que es un mineral clave en el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energías eficientes. Tal es su importancia que el Premio Nobel de Química de 2019 fue otorgado a John Goodenough, Stanley Whittingham y Akira Yoshino, los creadores de las baterías de iones de litio, que permiten la electromovilidad.