El inconcluso tema de la regularización del uso de los postes por parte de las empresas de telecomunicaciones, además de su propia importancia por su incidencia en los negocios, también ha servido para llevar a la superficie los problemas existentes en el mercado de banda ancha fija, donde el 50% está en poder de los grandes operadores y la otra mitad en manos de los más de 18.000 operadores pequeños que cubren todo el país.