En medio de la tormenta política que desató la propuesta de reforma de la Ley de Telecomunicaciones, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció su disposición a que se modifique o elimine la parte más cuestionada de la norma, la que habilitaba a la Agencia de Transformación Digital (ATDT) a controlar los contenidos expuestos en los medios de comunicación y en las redes sociales, paso previo a la censura según los opositores a la norma.