Michel Temer - Crédito: Planalto
Luego de la destitución del gobierno democrático de Dilma Rousseff, el sector de las telecomunicaciones brasilero adoptó una postura de “seguir para adelante”, con cambios puntuales en funcionarios, y queriendo demostrar que nada de fondo se modificaba con la salida de Dilma. Sin embargo, hubo un vuelco pronunciado hacia políticas privatistas y desregulatorias. Y aunque estas últimas son avaladas por las empresas en cualquier escenario, desde que Michel Temer tomó el gobierno se sucedieron hechos que marcan un antes y un después de su llegada en materia de telecomunicaciones. Pero que ahora, cuando OGlobo destapa la olla que tenía a presión y explotan hechos de corrupción que salpican a Temer y sus aliados, muchas de las nuevas propuestas para el sector quedaron en “stand by”. Como consecuencia, probablemente hoy hay más incertidumbre y temor que frente a las políticas, regulaciones y condiciones de negocio que existían con el gobierno del Partido de los Trabajadores. Todo parece indicar que será 2019 el año en que comience a destrabarse la industria, luego de las próximas elecciones presidenciales.
Nuevo escenario
Con la llegada de Temer a mediados de 2016 renunció el entonces Ministro de Comunicaciones, André Figueiredo, quien antes de irse destacó el trabajo desarrollado para la universalización de la banda ancha, la migración de las radios AM hacia FM, el fortalecimiento de la radiodifusión educativa y comunitaria y la consolidación de la TV Digital. Temer designó en su lugar a Gilberto Kassab, pero antes fusionó el ministerio de Comunicaciones con el de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTIC), y se inclinó por la ciencia, la tecnología y la innovación por sobre las comunicaciones con un cambio importante en las políticas: Kassab declaró que las comunicaciones crecerían con fondos privados y la ciencia y tecnología lo haría con fondos del Tesoro. Kassab fue Ministro de Ciudades en el gobierno de Dilma y pidió la renuncia a su cargo dos días antes de la votación del impeachment. Exhibe una dilatada carrera política como funcionario y legislador.
Mediante una Medida Provisoria, la 726/2016, el gobierno de Temer definió las atribuciones del MCTIC: a) política nacional de telecomunicaciones, b) política nacional de radiodifusión, c) servicios postales, telecomunicaciones y radiodifusión; d) políticas nacionales de investigación científica y tecnológica y de incentivo a la innovación; e) planeamiento, coordinación, supervisión y control de las actividades de ciencia, tecnología e innovación; f) política de desarrollo de informática y automatización, g) política nacional de bio seguridad, h) política espacial, i) política nuclear, j) control de la exportación de bienes y servicios sensibles, l) articulación con los gobiernos estaduales, del Distrito Federal y municipales, con la sociedad civil y con otros órganos del Gobierno Federal en el establecimiento de lineamientos para las políticas nacionales de ciencia, tecnología e innovación. Además, el MCTIC pasó a incorporar al Instituto Nacional de Tecnología e Información (INTI), que estaba bajo el ala de la Jefatura de Gabinete de la Presidencia.
También en mayo de 2016, se alejó el presidente de la compañía estatal Telebras, Jorge Bittar; y al poco tiempo hizo lo propio Joao Rezende, titular de Anatel. En el primer caso, fue reemplazado por Antonio Loss (ex ejecutivo de Oi, Net, y ViaSat) y en el regulador asumió la presidencia Juarez Quadros (ex ministro de Comunicaciones entre abril y diciembre de 2002; y ex secretario de Fiscalización y Concesiones dentro del mismo ministerio).
Asimismo, luego del alejamiento de la presidenta constitucional Dilma Rousseff, la Empresa Brasil Comunicación (EBC) se volvió objeto de litigio. El gobierno nombró a Laert Rímoli para presidir la empresa, destituyendo a Ricardo Melo que había tomado posesión del cargo pocos días antes del alejamiento forzoso de Dilma. Melo recurrió al Supremo Tribunal de Justicia (STF) y obtuvo la autorización para volver a su cargo. Pero el gobierno de Temer no bajó las armas y a mediados de junio de 2016, la Fiscalía General pidió que le STF revise la decisión.
Melo –periodista ex militante de Bureau Político, de inspiración trotskista, finalmente volvió a su cargo reclamado por asociaciones y productores de TV independientes. Desde EBC, administra distintos medios. Entre ellos, TV Brasil, Agencia Brasil, Radioagencia Nacional y radios Nacional de Rio, Brasilia, Amazonia y Alto Solimoes.
En el ínterin de las idas y vueltas del comando de EBC, su Consejo de Administración criticó los comentarios de políticos del gobierno de Temer, que sugerían que la empresa podría ser cerrada. De acuerdo con el Consejo, la existencia de EBC es constitucional y no podría finalizarse sin que el Ejecutivo aprobase cambios en la legislación. Melo aún resiste al frente de EBC.