Para 2021 está previsto el Mission Robotic Vehicle - Crédito: Orbital ATK
El sector satelital explora opciones para rentabilizar las flotas en órbita y ahorrar en fabricación y lanzamientos, ya sea con desembarcos en el segmento LEO o reutilización de componentes de vehículos lanzadores. Una tercera variante que comienzan a evaluar los operadores es hacer mantenimiento de sus satélites en órbita (in-orbit servicing) para extender la vida útil después de los quince años, con tres objetivos: incrementar el valor de las inversiones; explorar nuevos mercados geográficos con el traslado a nuevas posiciones orbitales; y a futuro, habilitar capacidades más avanzadas con infraestructura ya desplegada.
El concepto que propone Orbital ATK para el mantenimiento en órbita de satélites es el de “Extensión de Vida acoplada”. Como explicó Joseph Anderson, director de Mission Extension Vehicle Services en la compañía, buscan “quedarse” con el satélite por un período extenso de tiempo. A diferencia de otros enfoques, como el de SSL y Airbus, que se concentran en la recarga de combustible y luego se alejan del satélite, Orbital ATK pretende ir más allá del reabastecimiento, creando una interfaz con el artefacto para trasladarlo de órbita, efectuar ajustes, cambiar componentes averiados, entre otros usos. “En general la intención del operador es extender la vida entre 16 y 21 años”, comentó Anderson a Convergencialatina.
El operador pionero en solicitar un “service” para su flota será Intelsat, que contará con el primer vehículo de mantenimiento de Orbital ATK, el MEV1 (Mission Extension Vehicle 1), a fin de este año, para atender a un satélite de la serie Intelsat 9, próximo a finalizar su vida útil. En diálogo con Convergencialatina, Stephen Spengler, CEO de Intelsat, comentó que “muchos satélites se están quedando sin combustible, pero aún dan buenos servicios, incluso con más de 10 o 15 años. Estamos buscando cómo extender esos servicios. El MEV podría darle al Intelsat 9 que seleccionemos unos cinco o siete años adicionales. Lo colocaremos en otra posición y podremos agregar capacidad allí donde la necesitemos”.
El MEV1 cuenta con tres tipos de sensores –de visión, otro infrarrojo para detectar calor, y un láser que crea una imagen 3D del satélite en navegación circular-. El MEV2 está previsto para el primer trimestre de 2020, y ya fue contratado para otros satélites de Intelsat aún no definidos. La capacidad de “acople” a satélites GEO de las versiones MEV1 y MEV2 abarcan el 80% de la flota existente, mientras que para el 20% restante se desarrollará el próximo vehículo de mantenimiento, el MRV (Mission Robotic Vehicle), que estará listo para fines de 2021, con capacidades de robótica para aumentar la precisión de las tareas en órbita.
El MRV contará con entre 10 y 12 Mission Extension Pods (MEP): se acercará a un metro del satélite, extenderá un brazo robótico e instalará el MEP, para efectuar reparaciones e inspecciones cercanas.