Muy lejos de las “baratijas” a las que Estados Unidos estaba acostumbrado a permitir que se fabricaran en el gigante asiático e invadiera el mundo con ellas, China decidió hace muchos años ocupar un rol protagónico en el desarrollo de tecnologías de alto valor agregado. El despliegue de 5G se ubica en este contexto como la joya del futuro de las economías mundiales y Estados Unidos no está dispuesto a ceder el trono de conquistador. El mensaje para América latina es claro y la región está prácticamente obligada a elegir y tomar partido, pues lo que está en juego es la hegemonía global.
Si adoptaran una posición de productores de materias prima sin valor agregado y se alejaran de procesos de industrialización, países como Brasil y Argentina podrían verse beneficiados en esta guerra comercial, por ser los mayores productores de soja en el mundo, después de Estados Unidos. Esta ventaja resulta atractiva si se considera que China continúa siendo el mayor importador de granos de soja. Aunque un freno del ingreso de compañías chinas Huawei en los negocios de China en la región, podría generar represalias también en la compra de productos primarios como la soja.
Por ahora, tanto Brasil como Argentina se mantienen neutrales. Recientemente, el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, señaló que el gobierno no tiene la intención de penalizar o perjudicar a Huawei, a pesar de las estrechas relaciones que mantiene el país con Estados Unidos. En el caso de Argentina, a principios de mayo una delegación de legisladores liderados por el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, recibieron en Washington una sutil alerta del gobierno de Trump sobre los “riesgos y dificultades” que podría enfrentar el país en el caso de que las tecnologías de China avancen en la región con la incorporación de la red 5G. Sin embargo, a fines de mayo Telecom realizó la primera demostración de 5G en el país con equipos de Huawei, calificado por Carlos Moltini, CEO de Telecom, como “un socio estratégico”.
Hacia principios de mayo, México también se perfiló como un posible beneficiario a corto plazo con este panorama, pues ya hay empresas chinas que están estudiando la posibilidad de establecerse en este país para evitar las restricciones comerciales. Pero recientemente Donald Trump los amenazó con aplicar nuevos aranceles si no se llega a un acuerdo para frenar el tema migratorio entre ambas fronteras. A ello, se suma la solicitud expresa, por parte de funcionarios de la Casa Blanca, a sumarse al veto tecnológico al gigante chino Huawei.
Contexto
Según datos suministrados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la tensión comercial entre Estados Unidos y China –iniciada por Trump en julio de 2018- fue uno de los factores que contribuyó a que se debilitara la expansión global en 2018 y, como consecuencia, bajó las expectativas de crecimiento mundial para este año.
A pesar de las imposiciones arancelarias, China continúa siendo el principal socio comercial de Norteamérica, tras obtener un aumento del 7% en las exportaciones durante 2018. No obstante, el intercambio disminuyó un 9% en lo que va de año. Mientras que, la economía de EE.UU., en especial las empresas y los consumidores, tuvieron que pagar casi la totalidad de los costos generados por la imposición de dichos impuestos. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York calculó unos US$ 3.000 millones mensuales adicionales, en rubros que van desde el acero hasta los electrodomésticos.
Este panorama, que no tiene previsto culminar pronto, obligó a Xi Jinping a hacer un llamado al pueblo chino para que se prepare ante una serie de “situaciones difíciles”. El presidente aseguró que el país está aún en un período de importantes oportunidades estratégicas para el desarrollo, pero el panorama internacional se complica cada vez más. Para ello, el gigante asiático está estableciendo nuevas alianzas con países como Rusia y el Reino Unido para sobrellevar la nueva oleada de aranceles. Recientemente, Jinping sostuvo un encuentro bilateral con su par ruso, quien no dudó en mostrar su respaldo. El despliegue de 5G en Rusia lo hará MTS con Huawei.
La iniciativa de la Franja y la Ruta, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), el Foro China-CELAC, y la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), son algunos de los proyectos de gran envergadura que respaldan el desarrollo de la economía china, y su rol protagónico a nivel internacional.