Uruguay dio el primer paso en abril, con el lanzamiento pre-comercial de 5G de Antel, y se mantiene como el único caso de América latina con una incursión real en la nueva tecnología. Fuentes de la compañía estatal confiaron a Convergencia que los terminales FWA (Fixed Wireless Access, por sus siglas en inglés) llegaron finalmente a manos de Antel tras una demora considerable, y ahora están en período de pruebas, previo a la instalación de servicios.
Mientras tanto, la región vive una fase de intensa discusión regulatoria en torno a 5G, que prevalece sobre las experiencias de innovación y los trials. En Brasil, Chile y México se dan los debates más álgidos, cada uno con sus particularidades locales, y nuevos mercados se suman al calendario de licitaciones de frecuencias para 5G, como Ecuador y Paraguay, que pusieron fecha entre 2020 y 2022.
Chile: entre la innovación y la disputa entre operadores. La Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) proyecta una licitación de espectro para 5G en enero de 2020, y trabaja en maneras “creativas” de estructurarla, en un modelo que podría resultar paradigmático para la región. Entre las evaluaciones, se apunta a que la subasta sea abierta para operadores minoristas y mayoristas, y atractiva, incluso para verticales. La titular del regulador, Pamela Gidi, llamó recientemente a la industria a preguntarse el significado de “ganar en 5G”, en alusión a la carrera que parece disputarse entre países de América latina por izar la bandera de pioneros en la nueva generación móvil. “Si “ganar en 5G” es licitar, lo estamos mirando de una manera poco ambiciosa. No es lanzar servicios o fijar antenas, sino que el ecosistema completo esté involucrado, todas las industrias”, opinó durante el último Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones (CLT).
Como parte de este acercamiento a otros sectores productivos, la Subtel dio inicio a pruebas piloto experimentales de 5G, y a inicios de agosto Entel y ABB encararon el primer testeo de tecnología industrial junto a Ericsson. Se utilizó la red 5G (el operador tiene un permiso especial por seis meses para pruebas en 28 GHz) para controlar de forma remota maquinaria en la Universidad ABB en la localidad de Nunoa y activar un brazo robótico en Santiago Sur. En la misma sintonía, a mediados de junio se hizo una demostración de una ecografía a distancia sobre 5G, con participación de Entel y el gobierno chileno.
La puesta a punto de la licitación en el país trasandino dependerá de una eventual judicialización del proceso, hecho que contemplan desde la Subtel por una longeva disputa entre operadores. En 2018 Movistar abrió una consulta ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, donde planteó una desventaja competitiva ante Claro y Entel de cara a 5G: un estudio encargado por la española sostiene que estas últimas tendrán un avance entre 21 y 29 meses en un futuro despliegue, frente a su competencia, por el espectro que poseen en la banda de 3,5 Ghz (100 Mhz en el caso de Entel y 50 Mhz, en el de Claro). Si bien Movistar también cuenta con 50 Mhz, son solamente para dos regiones de Chile. A este reclamo se suma Wom, el cuarto operador móvil, que carece de frecuencias en 3,5 Ghz.
México: en alerta por el precio del espectro. Tras haber identificado 11.190 Mhz de espectro para 5G, el IFT presentó un estudio sobre precios, que despertó alarma en el sector. Debe recordarse que la cuestión del valor de las frecuencias para la próxima generación fue clave en procesos ya iniciados, en Alemania e Italia, por ejemplo, con severas críticas por parte de los operadores. En México la problemática se da por su forma híbrida de cobrar por el espectro: los interesados pujan por él en una subasta pública y, además, pagan un monto anual por el espectro obtenido. Según el estudio del IFT, esta modalidad desincentiva la inversión, genera una menor demanda a futuro y aumenta el riesgo de asimetría.
Los derechos y tasas anuales representan casi el 90% de los costos totales del espectro en el país, y en algunas bandas los derechos llevan casi 18 años sin modificarse. Otro problema que se deriva de esta modalidad híbrida es que el pago por la contraprestación del servicio es muy bajo con respecto al costo total del espectro. “Si el régimen actual de derechos por el uso del espectro continúa aplicándose, el nivel actual de precios del espectro resultará insostenible en México, ya que los costos de espectro pueden aumentar hasta representar alrededor del 22% de los ingresos en 2025 en promedio, y los operadores más pequeños pueden experimentar costos de espectro en el rango del 30% de sus ingresos”, advierte el IFT.
En base a este análisis, el regulador solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que haga una revisión de la manera en que se calcula el precio de los derechos anuales.
Brasil: todo gira en torno a 3,5 GHz. La Anatel, el regulador local, admitió que la licitación de 5G –inicialmente prevista para marzo de 2020- podría postergarse por los debates sobre 3,5 Ghz. Las interferencias que podría producir el uso de 5G en esta frecuencia con la Tv abierta satelital centralizan las discusiones en el sector en estos días, y propios y extraños coinciden en que no habrá subasta sin ella.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones (MCTIC) se lanzó una consulta pública sobre políticas necesarias para el desarrollo de la quinta generación en Brasil. Entre las múltiples propuestas, Ericsson propuso utilizar para 5G todo el espectro existente, inclusive las bandas destinadas a la banda ancha satelital; TIM pidió un escalonamiento de las inversiones obligatorias en infraestructura que contenga el pliego de condiciones; Claro llamó a extremar la limpieza de la banda de 3,5 GHz, mediante un proceso de mitigación de las interferencias mapeado en todas sus etapas; y Qualcomm sugirió considerar nuevo espectros para 5G, para el largo plazo, como la extensión de la banda de 3,5 GHz hasta 4,2 GHz y también 600 MHz. El análisis de estas propuestas contribuirá para la elaboración de la Estrategia Brasileña para Redes de Quinta Generación.
Colombia: el Plan 5G hace foco en pilotos y seguridad. En junio último el ministerio TIC presentó el Plan 5G, que fija una hoja de ruta hasta 2021. Como prioridades de esta iniciativa se destacan los pilotos con segmentos verticales, un diagnóstico de la atribución actual de las bandas clave para todos los casos de uso (bandas inferiores a 1 GHz, de 1-6 GHz y por encima de 6 GHz) y la preocupación por la seguridad digital.
Como parte de este plan está contemplada la subasta de 700 Mhz, 1.900 Mhz y 2,5 Ghz, con la que el ministerio busca avanzar antes de concluido el 2019, y para fines de 2021 está prevista la licitación de 3,5 Ghz.
Argentina: Consulta pública y decisión de no innovar. A inicios de agosto, la Secretaría TIC de Argentina presentó lineamientos a mediano y largo plazo para encarar ordenadamente las futuras atribuciones de espectro. Fijó para 2020-21 el concurso de las bandas para 5G. De todas maneras, la semana pasada se dispuso la suspensión preventiva de la recepción de trámites de asignación y adjudicación de frecuencias en las bandas de 1427 MHz a 1518 MHz, de 1770 MHz a 1780 MHz, de 2170 MHz a 2200 MHz, de 2300 MHz a 2400 MHz, de 3300 MHz a 3600 MHz, de 24.25 GHz a 29.50 GHz y de 37.00 GHz a 43.50 GHz.
Ecuador: en noviembre se dará el puntapié inicial. Para dentro de dos meses está prevista la convocatoria a concurso para 700 MHz y 2,5 GHz, y en agosto del 2020, para 3,5 GHz. Tras la prueba de la estatal CNT con Huawei (ver detalle en tabla aparte), Claro ya anunció su interés en estos procesos, y anticipó que este año hará trials en Quito y Guayaquil.
Paraguay: recién en 2022. Víctor Martínez, coordinador del Gabinete Técnico de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), indicó a Convergencia que en 2022 prevén hacer asignaciones en 3,5 Ghz. La banda actualmente está ocupada, pero por disposición regulatoria, debe quedar liberada para el 12 de enero de 2024. Aún con este avance sobre espectro en 5G, desde el regulador local advierten que el ecosistema aún no está maduro para la transición, ya sea en relación al acceso de terminales por parte de los usuarios como a la inversión de los operadores, que aún no recuperaron lo aportado para 4G.