El eje central de la gestión de Daniel Medina desde que asumió el cargo de María del Rosario Guerra en enero pasado, ha sido el de impulsar la licitación de 2,5 GHz bajo ciertas condiciones que provocaron el rechazo de la GSM Association, Qualcomm, Ericsson, Comcel, Nokia Siemens Networks, y la Cámara Colombiana de Información y Telecomunicaciones (CCIT). Hoy se define este polémico proceso, con la adjudicación de 60 MHz y dos “solicitantes habilitados” para participar, UNE EPM y DirecTV Colombia.
La clave de las condiciones actuales es que se elige adoptar la opción 3 de las recomendaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), sin canalizar la banda, con lo que el adjudicatario tendría libertad para decidir entre espectro TDD o FDD, sobre cualquier porción de la banda. Esta postura embanderada como “neutralidad tecnológica” para el Gobierno colombiano se opone a la Opción 1 apoyada por la UIT, que separa 70 MHz a cada extremo de la banda para FDD –pareado-, dejando 50 MHz en el centro para TDD.
La GSMA –que impulsa el desarrollo en FDD, acorde con la familia GSM- plantea ineficiencias técnicas y económicas en la opción 3, por lo que incluso envió una carta dirigida al MINTIC y al propio presidente Uribe. Por un lado, la introducción de bloques en cualquier punto de la banda requiere el uso de “bandas de guarda” para separar cada cuota de TDD de aquella de FDD. Cada una de ellas implica 5 MHz, con lo que se genera un aprovechamiento ineficiente del espectro y, además, genera interferencias.
A nivel económico, la GSMA considera que la no armonización introduce una incertidumbre a los interesados respecto del modelo de negocio que eventualmente podría funcionar. Y el requisito de cobertura nacional incluido en los prepliegos pone en serio riesgo el modelo de negocio, por la cantidad de radiobases necesarias para una banda tan alta como 2,5 GHz.
Para los detractores de la posición del gobierno colombiano, las condiciones del proceso esconden un “lobby” a favor de WiMax, tecnología que opera en TDD y ya es una realidad frente al estado incipiente de LTE. El director de Telecomunicaciones del Ministerio, Carlos Silva, dijo a Convergencialatina que en ningún momento el MINTIC desconoció a la UIT, y recordó que Colombia es parte integrante de la organización, por lo que respeta todas sus recomendaciones. “Creemos importante tener una postura de apertura y estudiar los modelos que en el momento de la oferta sugieran las empresas”, aclaró Silva.
Los solicitantes habilitados. Si bien esa frecuencia fue pensada para impulsar la banda ancha móvil, los actuales operadores Comcel, Tigo y Movistar, tienen un Spectrum Cap de 55 MHz, por lo que se veían obligados a desprenderse de espectro para participar en la subasta, que plantea un mínimo de 30 MHz (Comcel recibió 15 MHz en 2009, con lo que alcanzó el límite, y Tigo y Movistar mantienen 40 MHz cada uno).
De las empresas que originalmente expresaron interés por participar – UNE EPM Telecomunicaciones, DirecTV, Avantel, ETB y Korea Telecom-, las dos primeras solamente quedaron autorizadas.
Carmen Osorio, presidente de DirecTV Colombia, indicó que la motivación de la compañía para presentarse a la subasta es ofrecer de manera directa paquetes de servicios, al menos de Doble Play, sumando banda ancha a su oferta de televisión.
“Actualmente trabajamos con alianzas con Emcali y ETB, pero los procesos de búsqueda de socios estratégicos en ambas firmas pueden cambiar el panorama y queremos fortalecer nuestra posición con cierta autonomía”, dijo a Convergencialatina.
Según la ejecutiva, aún no se decidió si se solicitará espectro TDD o FDD, ni tampoco qué cantidad de espectro. “La tecnología que utilizaremos para dar banda ancha está aún en evaluación. En este sentido cumplimos con el “interés filosófico” de la licitación, porque somos un jugador nuevo que aprecia la libertad contemplada en las condiciones actuales”.
Desde UNE EPM, el interés es ubicarse como tercer operador en el mercado colombiano, al reunir todos los servicios detrás de Telmex y Telefónica. En su participación por la banda de 2,5 GHz la compañía también baraja las posibilidades con los próximos destinos de ETB y Emcali: especialmente una eventual compra de la empresa de Bogotá por parte de Telefónica.
Si bien tampoco se precisó la tecnología que emplearía, UNE EPM aspira a alcanzar un 25% del mercado de telecomunicaciones y actuar de “árbitro” frente al liderazgo de las dos empresas de capital extranjero.