RedGob 2025 - 17, 18 de Septiembre
jueves 11 de abril de 2002

Verizon cavila en América latina

El mayor operador local de los Estados Unidos está sitiado por el continuo incremento de su deuda. Frenó la expansión en ese país y sacrificaría inversiones en América latina para apagar el incendio.

El mayor operador local de los Estados Unidos está sitiado por el continuo incremento de su deuda. Frenó la expansión en ese país y sacrificaría inversiones en América latina para apagar el incendio.

Verizon tiene un problema estructural: su deuda global aumenta en forma más rápida que sus ingresos. A fines de marzo y principios de abril, Standar & Poor (S&P) y Moody, las dos calificadoras de riesgo crediticio más importantes, encendieron una luz de alerta sobre la compañía con sendos panoramas negativos aunque sin modificar su sólida performance crediticia (A1 y A Plus).

La decisión de S&P estuvo guiada por los niveles de deuda de Verizon: US$ 61.000 millones y vencimientos para este año por US$ 18.000 millones. La observación de Moody, en cambio, surgió cuando la compañía analizaba una IPO para su negocio wireless que finalmente canceló por las condiciones desfavorables del mercado bursátil.

Moody agregaba otro dato: Vodafone, el operador móvil inglés, el más grande del mundo, analizaría reducir su rol en el joint venture que mantiene con Verizon en los Estados Unidos para el desarrollo del negocio celular. La calificadora estimó que la hipotética deserción de la compañía inglesa podría costarle a Verizon US$ 20.000 millones mediante la emisión de más deuda. La versión sólo fue desmentida en “off the record” por la compañía estadounidense.

Lo cierto es que, desde principios de año, Verizon comenzó a dar señales de que intenta poner su pasivo en caja. Comenzó con el despido de 2.000 empleados y sucesivos anuncios de reducción del CAPEX. En enero suspendió un plan de US$ 2.000 millones destinado a la expansión metropolitana en los Estados Unidos y la venta de activos fijos en Kentucky, Alabama y Missouri.

Sin embargo, el ajuste todavía no es suficiente. La compañía anticipó que los resultados del primer trimestre estarán por debajo de las previsiones de los analistas por la inclusión de cargos adicionales por US$ 2.500 millones. El 80% corresponde a la desvadia Fiber Networks (a punto de solicitar amparo bajo el Capitulo 11), Cantv de Venezuela y CTI de Argentina.

Las crisis económicas que atraviesan Venezuela y Argentina golpean los negocios de Verizon en esos países. Pese a que el panorama se presenta mucho más oscuro para CTI Móvil, la situación de Cantv se ve condicionada por la inestabilidad financiera y política del país donde opera. Ambas empresas muestran presentes distintos, aunque están enmarcadas en el contexto de estancamiento y recesión que vive América latina.

El futuro de CTI Móvil está atado al negocio de telefonía móvil argentino, que ha caído en los últimos meses y que se seguirá reduciendo debido a la crisis económica. Además, en ese mercado es la más débil con alrededor 1,3 millones de clientes.

Desde el año pasado se especula con que el Grupo Clarín, uno de sus accionistas principales, podría salir de CTI Móvil. De hecho, el holding argentino ha dejado de invertir en la compañía, cediendo parte de su participación a manos de Verizon que acumuló hasta el 63.8% de las acciones.

Hasta ese momento, Verizon había participado activamente como sostén de CTI con inyecciones de dinero asentadas en los balances y que en 2001 alcanzaron los US$ 250 millones. Sin embargo, a fines del año pasado, en una conferencia con inversores los directivos de Verizon se mostraron ambiguos con respecto a su futuro respaldo de la operadora argentina.

La cúpula del grupo estadounidense manifestó que estaba estudiando distintas alternativas de financiación pero, en marzo, dejó que CTI entrara en default y repartió el 17% de acciones entre sus empleados, cantidad suficiente para dejar de ser el principal accionista y no imputar las pérdidas y el pasivo (cercano a US$ 1.000 millones) en su balance global. El próximo paso sería la venta de la compañía a alguno de los operadores móviles consolidados en la Argentina. Sin embargo, la difícil situación económica, la incompatibilidad de estádas las redes son nacionales, complican una posible operación.

A diferencia de la operadora argentina, la incumbente Cantv domina el mercado venezolano de telecomunicaciones. Sin embargo, este año se presenta poco optimista. La recesión económica y de la devaluación del 30% del bolívar afectaron los ingresos de Cantv que cayeron 4,4%. La compañía ya redujo las previsiones de ingresos para 2002 y los desembolsos para proteger su posición. De los cuatro socios que comparten la propiedad de la compañía (AT&T, AES, Verizon y Telefónica) los españoles son los únicos que se muestran interesados en un potencial incremento de su participación. El año pasado AES hizo un intento en el mismo sentido y fracasó por la férrea oposición de los trabajadores y de los demás accionistas. Sin embargo, ahora el panorama se presenta diferente, principalmente para Verizon que buscaría refugio en México, donde tiene el 37,2% del operador móvil Iusacell, en sociedad con Vodafone (34,5%).