La apertura de la conferencia anual GSM Americas mostró diferentes enfoques para enfrentar la caída del ingreso medio por usuario (ARPU) que viene registrando el mercado, debido a la penetración del servicio en los sectores de menores recursos. El evento, que este año se realiza en Acapulco, México, reúne a los representantes de los operadores GSM, tanto de Norteamérica como de latinoamérica.
El director ejecutivo de la GSM Association Latin America (GSMALA), y representante de Entel PCS de Chile, Juan Carlos Jil, abrió las jornadas exhibiendo el continuo descenso del ARPU promedio de la región. Los gráficos mostraron como el ARPU, que en 1997 superaba los US$ 55, en 1999 ya había caído a casi US$ 30 y en 2002 descendió por debajo de los US$ 20. A partir de allí se estabilizó relativamente en una curva suave de reducción, hasta llegar a los US$ 15 actuales.
Sin embargo, este efecto está atenuado por los ingresos de roaming del Caribe. Si se consideran las cuatro grandes economías (Argentina, Brasil, México y Chile), el ARPU continuó descendiendo hasta los US$ 13 promedio actuales. En esa línea, según las cifras de WirelessIntelligence.com para el segundo trimestre de 2006, Venezuela tiene el ARPU más alto de latinoamérica, de casi US$ 15, seguido de México, que ronda los US$ 14, y Colombia, uno de los más bajos que no llega a US$ 6. Argentina y Chile están en torno de los US$ 12 y Brasil alcanza los US$ 9 promedio por usuario.
La caída se torna preocupante por la dificultad para amortizar los costos de adquisición de cada cliente, principalmente debido a los precios de los terminales. Los operadores reunidos en la GSMALA decidieron en Acapulco abandonar el esfuerzo desgastador que estaban realizando para promover el Emerging Market Handset Programme (EMH), por la falta de interés de los proveedores en fabricar teléfonos de bajo costo (menores a US$ 40- US$ 30). Este programa había sido lanzado con bombos y platillos en el 3GSM Congress en febrero de 2005 y es uno de los mayores fracasos en el combate contra la brecha digital.
El panel principal de GSM Americas 2006, denominado Strategic Leadership Summit, reunió a Marcelo Erlich, CEO de Ancel (Uruguay), Máximo Lafuente Vázquez, director de Cubacel (Cuba), Francisco Gutiérrez campos, de Personal (Paraguay) y James Healy, VP de T-Mobile (Estados Unidos) y chairman de GSM North America. En la mesa se pudieron ver los distintos enfoques para enfrentar el desafío de la caída del ARPU que afecta hasta, incluso, el “mercado” cubano. Lafuente reveló que en su esfuerzo por expandir el servicio, de los 200 mil clientes de Cubacel ya el 90% es de prepago y que el ARPU bajó de los US$ 50 hasta los US$ 20.
El uruguayo Erlich sorprendió con un argumento que abrirá sin dudas un fuerte debate entre los operadores de la región. Sostuvo que para aumentar el ARPU hay que forzar la reducción de las tarifas “para bajar el punto de quiebre de la elasticidad a la baja de precios”. Según Erlich, una rebaja del costo del servicio que sea realmente percibida por los usuarios hará que éstos se decidan a hablar más y eso redundará en un aumento de la facturación. El estadounidense Healy, de T-Mobile, pareció darle la razón al revelar que la estrategia de su compañía para enfrentar la caída del ARPU, ha sido lanzar “paquetes y más paquetes” de minutos.
El razonamiento de Erlich causó revuelo en el auditorio de operadores y proveedores de equipos y de servicios de valor agregado que poblaban la sala. Gutierrez, de Personal Paraguay, afirmó que “no podemos bajar los precios indefinidamente”. Y Roni Grosfeld, director para latinoamérica del proveedor de soluciones de mensajería Pontis, que estaba en el auditorio, se paró para replicarle al uruguayo que el modo de enfrentar la cuestión no es destruyendo el valor de los servicios actuales sino promoviendo el uso de las aplicaciones de datos.
La presentación de Jil había mostrado que en el segundo trimestre de 2006, la proporción de ARPU de datos sobre el de voz fue mucho menor en latinoamérica que en Asia y Europa, y hay mucho espacio para crecer en ese sentido. Corea tiene un 21% del ARPU en datos y Japón llega a un 29%. En Europa occidental, Gran Bretaña llega al 23% y España al 21%. En latinoamérica, Argentina y Colombia sólo llegan al 11%, Chile al 10% y Brasil no pasa del 8%. En conjunto, los ingresos de datos sólo llegan al 7% del total en latinoamérica.