Toda solución de Internet de las Cosas (por sus siglas en inglés, IoT) presenta tres componentes: la conectividad (2G, 3G, wi-fi, LTE); el software (específicos o de integración de sistemas); y los dispositivos o hardware (los sensores son el ejemplo básico, que “siempre estuvieron, pero ahora es más fácil conectarlos”, recordó Marcelo Guglielmucci, gerente de Marketing y Planeamiento Comercial Mercado Empresas de Claro Argentina).