En los últimos años, los gobiernos de América Latina se sumaron a la tendencia de aplicar tributos a las plataformas digitales. La directriz se acentuó en 2020 por la necesidad gubernamental de incrementar los ingresos fiscales para enfrentar la pandemia. Las grandes y medianas economías latinoamericanas ya establecieron estos tributos con la llamativa excepción de Brasil, aunque pronto cambiaría ese estatus. Tampoco Panamá aplica tributos sobre las operaciones de las plataformas.