En los próximos tres a cinco años, el negocio de Internet de las Cosas (IoT) pasará por mejorar la interface entre la cosa conectada y el usuario. Los distintos actores en la cadena de valor de Argentina -desde el desarrollador del equipo hasta el operador de telecomunicaciones- están adaptando modelos de negocio y tecnologías -y especificándolas por vertical-, para diseñar instancias “as-a-Service” sobre el objeto conectado.