Cuando el martes de la semana pasada la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos anunció que abrirá una investigación sobre las políticas comerciales de Brasil conforme a la Sección 301 de la Ley de Comercio, en muchos sectores de la tecnología y, especialmente de las redes sociales, se tuvo la sensación que esa determinación del gobierno de Donald Trump es una nueva etapa del conflicto generado en agosto del año pasado cuando el miembro informante del Supremo Tribunal de Justicia de Brasil, Alexandre de Moraes, ordenó el bloqueo de X en el territorio brasileño.