El Reglamento para la Prestación de Servicios Financieros Móviles (resolución de la Junta Monetaria JM-120-2011), sancionado en 2011, ubicó a Guatemala como uno de los países pioneros en Latinoamérica en regulación para pagos por medio del celular. Como sucede en las tareas normativas de otros países –como Perú y Bolivia-, la regulación muestra que el mayor impulso viene desde el sector bancario, con operadores móviles que aún juegan un papel tímido, una suerte de “puente” para garantizar la transacción al banco.
En el caso particular de Guatemala, son las entidades financieras quienes definen los límites diarios de transferencias, luego de presentar un proyecto para su aprobación ante el Consejo de Administración de la Superintendencia de Banca (SIB). El objeto de los modelos de pagos móviles actuales en el país –salvo Tigo Money, que resulta la excepción a la regla- es la inclusión financiera, por sobre las prácticas con población no bancarizada.
Para Ricardo Axuán Estrada Villalta, encargado del sector en la SIB, el alto nivel de pobreza (51%, según el Instituto Nacional de Estadísticas), sumado a una penetración celular elevada (cercana al 120%, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones –SIT-), son factores fundamentales para el desarrollo de este segmento en Guatemala. “Tras la puesta en marcha de la regulación, se multiplicaron los avances. Hoy existen casi 4.000 agentes bancarios asociados a pagos móviles ubicados en casi la totalidad de municipios del país”, explicó a Convergencialatina.
Jaime Matus Bonilla, gerente Comercial Regional de Claro, coincidió en que el reglamento, sumado a la cooperación y apertura que existe entre los bancos, regulador y operadores, fue fundamental para el desarrollo de este tipo de soluciones, que se caracterizan por ser puntuales para cada caso.
Bancos y tarjetahabientes. ”Los pasos para la utilización son realmente sencillos: hay que abrir una cuenta bancaria, tener un celular y afiliarse al sistema. Es un proyecto que estaba pensado para entidades financieras, a las que luego se acoplaron las emisoras de tarjetas de crédito (en referencia a Visa y Credomatic)”, destacó Estrada Villalta. De todas maneras, aclaró que sólo el 35% de los bancos participa activamente en la prestación de servicios móviles, por lo que todavía el avance es “incipiente”. Entre ellos, se destacan el Banco Industrial, el Banco del Desarrollo Rural, el Banco de América Central y G&T Continental.
En el caso de Visa, tiene disponible en Guatemala dos modelos de comercialización que involucran al celular: VisaNet, que permite a usuarios de entidades financieras la transferencia de dinero electrónico; y PayWave, que desde 2007 ofrece pagos por proximidad, especialmente en comercios de comida rápida como Pollo Campero, Burger King, Starbucks y Domino Pizza. El director Ejecutivo de Trasferencias de Dinero Digital y Pagos Personales de Visa, Brayan Peralta, destacó que “con Paywave, en menos de un segundo se puede efectuar una transacción, sin necesidad de que la persona ingrese un PIN o una firma. Y los lectores que se están utilizando en los comercios adheridos, servirán para dar el paso hacia NFC”.
Operadores. Tigo lanzó, en 2012, Tigo Money, un modelo financiero no bancario, por lo que se encuentra fuera de la regulación. El programa, en el que se invirtieron US$ 4 millones, consta de servicios para la trasferencia de dinero, pago de facturas y recarga móvil. “El 39% de las transacciones monetarias en Guatemala se hace a través de Tigo Money”, aseguró a Convergencialatina el director del proyecto, Miguel Ángel Avendaño, y destacó que el servicio también funciona en Honduras, El Salvador, Colombia, Bolivia y Paraguay.
Claro definió que funciona como “medio de transporte” para que los bancos puedan ofrecer servicios financieros móviles como alertas bancarias, banca móvil o billetera virtual. “En diciembre de 2011, la empresa se asoció con Banrural para ofrecer Bancamigo, una plataforma que ofrece una manera rápida y segura de enviar y recibir dinero a través del aparato celular”, explicó Bonilla.
Eric Fuentes, gerente de Marketing SVA de Telefónica, indicó que la empresa ofrece al Banco Industrial una plataforma de mensajería USSD. Pero desestimó la idea de actuar fuera del circuito reglamentado, más allá de los bancos.