La tecnología GenCell G5, de la empresa israelí homónima, surge de una combinación de oxígeno e hidrógeno y es utilizada por la NASA. En su aplicación para redes móviles, al producirse un corte de la red eléctrica, proporciona energía a la radiobase y efectúa una transición rápida una vez que el tendido eléctrico vuelve a operar. Por otro lado, el mantenimiento de las celdas se efectúa de manera remota y no registra emisiones de dióxido de carbono.