La reciente postergación por 60 días de la fecha de lanzamiento de la tecnología 5G standalone en Brasil, dispuesta por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), básicamente fue llevar a la realidad una serie de problemas que se están presentando en la implementación de los nuevos sistemas, debido básicamente a distintas cuestiones, especialmente burocráticas, que ponen dificultades en el camino que deben recorrer los operadores.