En los últimos cuatro meses, la industria de telecomunicaciones latinoamericana fue capaz de adaptarse al teletrabajo, la educación a distancia y los acuerdos con oferentes de contenido. Sin embargo, la pandemia de Covid-19 dejó en evidencia desigualdades en cobertura y calidad de tres tipos: usuarios que interrumpieron la contratación por falta de ingresos; zonas geográficas con fallas de servicio por menor disponibilidad de servicios; y analfabetismo digital. Inicialmente la reacción de los reguladores de América latina fue atender la emergencia y asegurar la continuidad de servicios: se espera que pasada la emergencia, se instalen mecanismos de mayor flexibilidad e innovación en los regulatorio, con la universalización del acceso como eje central.