La crisis sanitaria de 2020 trajo cambios radicales para la industria de la ciberseguridad, con áreas obligadas a respaldar una fuerza de trabajo remota. La situación tradicionalmente llamada BYOD (traiga su propio dispositivo), optativa para algunos empleados hasta 2020, ahora se tornó obligatoria y puso a los terminales un campo de batalla en donde las soluciones de seguridad de las empresas no tuvieron alcance y donde el perímetro de seguridad era del propio empleado. Google declaró que bloquea más de 100 millones de correos electrónicos de phishing por día, y que el 68% de ellos son estafas nuevas y nunca antes vistas.